Las palomitas de maiz no se comen entre ellas

De niño me engañaron, me mintieron, me timaron, me estafaron... Me fue dicho que los dientes que tenía eran de leche...de leche!!!!!!!!!!!!!!!!!
Yo ingenuo como era (jeje y como soy...) me lo creí completito. Entonces, motivado por eso, tomé actitud de héroe y cuando se me empezaron a caer, me aguanté el dolor y me los quite lo más pronto que pude para experimentar con ellos.
Lo primero que intenté con ellos fue chuparlos como paletas, pensé que se derretirían en mi boca como hielo..pero no...y lo único que conseguí fue asustarme y asustar a mis papas cuando mi cara se puso toda morada de asfixia :S
Con los siguientes dientes que se me cayeron probé hacer licuado de plátano :9 ...mmm pensé que saldría algo rico, pero nooo....sólo logré que la licuadora se descompusiera, que su motor se dañara para siempre y que ya no hubiera plátanos que desayunar toda la semana...
Después, un Edmundo todavía un poco motivado por la mentira de los dientes, utilizó unos más para hacer flan. Todo parecía ir bien, ya que aunque el flan no estaba muy sólido...si parecía comestible. Si, todo iba bien...hasta que alguien le dio la primera mordida...y perdió unos dientes definitivos jejejeje... pero bueno, así podríamos hacer más flan... :P
Uuuuy, por último intenté plantar el último diente de leche que me quedaba en el jardín. Esperaba que cuando creciera diera como frutos a vacas lecheras o litros de leche en tetrapack o ya sin mucha sorpresa, muchos más dientes de leche. Pero esperé y esperé...y esperé y esperé...y aún espero pero nada crece. Nada. Ni siquiera la hierba crece donde planté mi diente.

Ahora ya no tengo dientes de leche, ya puros dientes de sable.
Ash, pero eso mejor me quedo con mi árbol FROOT LOOPS. Ese nunca deja de florear.